Una autora imperdible para los amantes de la buena literatura y de la llamada novela sentimental del siglo XIX, es la escritora norteamericana Kate Chopin (1850 -1904), precursora del feminismo, cuyas obras escandalizaron en su momento a la alta sociedad de la que formaba parte, condenándola al olvido, a pesar del éxito y del impacto alcanzado en sus primeras publicaciones.
Kate Chopin rebela en sus obras una suspicacia que todavía podría ruborizar a ciertos sectores femeninos anquilosados en costumbres y velos arcaicos. Hay tal ironía en sus obras, y un deseo de emancipación, sólo comparable con las obras narrativas de su contemporánea, la inolvidable Katherine Mansfield.
En la novela El despertar, cuyo título resulta ya lo suficientemente sugerente para cualquier lector, Edna vivirá un proceso que la llevará al encuentro y exploración del mundo hasta entonces reprimido por su condición de mujer. La protagonista, comienza así su despertar, no sólo espiritual, sino también físico, mostrando así la esencia de lo humano, encapsulado en el binomio indisoluble de cuerpo y espíritu.
Por cierto, el interés de la novela no sólo está en el tema, sugestivo, intrigante, sino también en su tratamiento. La novela se inscribe entre las muchas novelas de su época de tema semejante, pero ninguna otra con tanta intensidad y perfección estilística. La pluma refinada y a veces sarcástica de Kate Chopin, perfila muy bien –y en muy pocas palabras, con una economía de lenguaje envidiable- la psicología de sus personajes, enseñando los reticulados de la clase alta norteamericana, particularmente, aquella sociedad sureña de pos guerra civil de los Estados Unidos.
Edna, contrariamente a lo que sucede y aspiran los personajes femeninos de su entorno, anhelando la fortuna de sus maridos, y ,por otro lado, la maternidad como el mayor de los ideales, desciende en la escala social buscando probarse a sí misma, y enseñando a su vez, por contraste, los tópicos y valores de una sociedad que aborrece. En ese sentido, Kate Chopin navega por una corriente que viene a cuestionar el ideal de mujer correspondiente a su época. Edna se transforma en el prototipo de la mujer que emergerá medio siglo más tarde.
Miguel de Loyola – Santiago de Chile – Octubre de 1991
Miguel de Loyola 
Buen título y autor aque hoy nos descubre Don Miguel, el cual me lo llevo anotado, y bueno, se podrían establecer similitudaes entre Edna y Madame Bovary, o más bien es como yo pienso, ambas mujeres cuestionando su época pero buscando cosas muy distintas una a la otra…?