Cuando compré mis servicios funerarios, después de haber pagado también el nicho, todos se espantaron, creyeron que estaba poco menos que loco, o que había enloquecido mirando series, o leyendo libros de ciencia ficción.
Habiendo tantas otras cosas de qué preocuparse, dijeron, mofándose incluso de mi preocupación, como si se tratara del absurdo mismo. No cumplía entonces todavía cuarenta años, pero me preocupaba el asunto. No quería que mis restos constituyeran un problema para nadie, menos para mi mujer y mis hijos. Así que compré hasta la lápida, sólo le faltaba grabar la fecha de mi defunción. Reconozco que estaba obsesionado con la idea de la muerte. Había visto tantos problemas relativos al tema llegado el caso… Quería adelantarme, no quería que la muerte me pillara desprevenido, como suele ocurrir siempre, dejando el desparramo en las familias y al muerto abandonado en cualquier parte. Además, consideraba que el final de la vida no podía estar entregado al azar, sabiendo nosotros de antemano nuestro cruel destino. Así que el día de mi deceso no hubo ningún problema en ese sentido, todo estaba perfectamente programado. Mi mujer o mi hija marcaron un número telefónico y asunto arreglado, podían después dedicarse a llorar sin problemas si querían. La agencia se encargaría de todos esos trámites engorrosos que han creado los hombres hasta para el día de nuestra muerte. Así nos complican las leyes, hasta el último día, y tengo por seguro que si pudieran meter mano en las tinieblas del otro mundo, hasta allá mismo llegarían los leguleyos. En consecuencia, mi mujer no tuvo que hacer nada, aparte de despedir el cuerpo de su esposo, por cierto. Digo el cuerpo, porque del resto no quedó ni rastro en esa caja tétrica que causa terror a los niños, se integró a la infinitud del universo.
Miguel de Loyola – El Quisco – Año 2020
Miguel de Loyola – El Quisco – Año 2020
POESIA
“Sólo la Poesia podrá
vencer a la Muerte……”
alguna vez…creo..
anduve por la Plaza Roja de Moscú…
estuve frente a la tumba de Lenin…
rodeando su cuerpo herido
vi las cúpulas del Kremlin..
León Tolstoi se paseaba por el Cáucaso..
Lev le decían…
progonaba la fraternidad humana…en vano parece…
las Guerras son el pan de cada día..
Vladir Mayakovski terminó suicidándose
de tanta pasión revolucionaria..pero el futuro era nuestro…
afuera la plaza Roja estaba toda vestida de primavera en flor…
el eco de la Revolución de Octubre se escuchaba de nuevo…
en la Plaza Roja divisé a mi bienamada..era un espejismo..fata morgana..un recuerdo solamente…Natalie
ahora yá me voy yo
debo partir…
el mundo sigue girando en su modo trágico…
el poder del dinero todo lo decide,,
ahora es hora de partir…pérderse tras los pasos de Dostoievski…
todo en él es lucha…y delirio…
“’la Poesía será un camino hacia la verdad ..?
Sólo la Poesía podrá vencer a la Muerte…?”
POESIA O MUERTE VENCEREMOS
Atenas Grecia en plena cuarentena Diciembre 2020
Jaime Svart